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¿Quién mató a los MOOC?


Recientemente el Dr. Lorenzo García Aretio, a quien considero un amigo y un maestro, ha publicado en el volumen 20, número 1 de 2017, de la revista RIED, un artículo titulado "Los MOOC están muy vivos. Respuestas a algunas preguntas". 
En realidad es un artículo editorial del número, que es un monográfico dedicado a los MOOC.

En él se dice:


A finales de 2014, publicado en 2015, escribíamos un artículo editorial en RIED (García Aretio, 2015) en el que nos hacíamos eco del fenómeno MOOC, de sus repercusiones sociales, académicas y económicas que se venían debatiendo. En dicho trabajo nos posicionábamos frente a quienes consideraban que los MOOC estaban comenzando a morir y que en poco tiempo pasarían a formar parte de la historia de la educación como una evolución de los formatos a distancia que no llegaría a consolidarse.
Ya entonces considerábamos que esta propuesta innovadora estaba viva, muy viva, aunque los iniciales lineamientos estuviesen siendo muy matizados según los tipos de proyectos institucionales o de políticas educativas
A continuación el autor se dedica a resaltar la abundancia de artículos y la atención que dedica al fenómeno de los MOOC, y a argumentar de la vida de los MOOC y a que constituyen una transición, esta sí, que comienza con la siguiente cita y afirmación:
"(...) la afirmación de Cooperman (2014) en la que afirma que en 1970, Martin Trow, profesor de la Universidad de California, Berkeley, identificó una transición “en camino en cada sociedad avanzada, de la elite a la educación superior de masas y, posteriormente, a un acceso universal”. Ahí, en esa transición, evidentemente, se encuentran los MOOC. " 
Desde el [fecha] vengo escribiendo como un recurso metafórico una serie de post que se titularon la muerte de los MOOC o los MOOC han muerto. Lo que quería poner de relieve es que los MOOC eran el síntoma de una serie de problemas y crisis que sufría la Educación Universitaria en la Sociedad del Conocimiento como son otras áreas y servicios en función de la aparición de lo que en palabras y en la teoría de Christensen se llaman  innovaciones disruptivas. No soy el primero ni el único que lo hace. No creo que el Dr. García Aretio en ese artículo  y en el anterior se refiriera a este caso, el mío, cuando alude a "quienes consideraban que los MOOC estaban comenzando a morir y que en poco tiempo pasarían a formar parte de la historia de la educación como una evolución de los formatos a distancia que no llegaría a consolidarse." No me considero ni mucho menos de entidad suficiente para motivar dos editoriales, en realidad artículos, con tanta abundancia de material y tanta armazón argumental. El autor debiera pues acompañar este enunciado con la correspondiente cita o citas y referencias.

No es cosa de repetir en un micropost todos los numerosos y en algunos casos complejos argumentos, análisis, datos e investigaciones que una larguísima serie de documentos he expuestos, ni tampoco voy a hacer alarde de la fecha desde la que los vengo escribiendo. No voy a abrumar al lector. Pero por si alguien tiene la curiosidad o la legitima inquietud por verificar todo lo que solo de pasada enuncio, voy a reproducir los enlaces que encuentro en una búsqueda de urgencia a los artículos, posts, preprint y al libro que he escrito ordenados por fechas.

Pero antes me voy a permitir dos cosas. 

Una, como un homenaje a mi perdido amigo Carlos Neri que fue quien inicialmente me lo sugirió, este gráfico gráfico de tendencias de MOOC que mostré por última vez en la UTP de Loja (Ecuador). Analicen ustedes mismos:


Para ver la gráfica ampliada hacer clic sobre la imagen

También podemos ver la gráfica de tendencias referida a una situación anterior, del 7 de junio de 2015 en este enlace.

En ambos casos se ve que desde hace tiempo, desde 2013, los MOOC decrecen incesantemente en los sitios donde se crearon y desde donde se difunden: EE UU y Cadadá y aumentan en la periferia, es decir en España, donde siguen manteniéndose y creciendo, y en Latinoamérica (México, Argentina o Ecuador) donde el crecimiento comienza a principios de 2015, llegando a superar ahora incluso a España. Estos datos no son contradictorios con que globalmente el número de cursos y de participantes en ellos aumente. Peor habría que averiguar cuánto de ese aumento se refiere a paises periféricos (respecto a la situación, lugar y momento en que se produce su génesis) y cuánto es de variación, previsiblemente decrecimiento en los países donde se produjeron inicialmente. También habría que ver cuantos de estos cursos conservan las características con que se iniciaron. Por ejemplo en su carácter de abierto, y cuantos no cobran ahora aranceles a los participantes por la acreditación, por ejemplo. Con lo cual, al menos teóricamente, habrían dejado de ser MOOC.

Y la otra, también como homenaje a otro clásico de la educación con tecnologíaEn su post La insoportable levedad de los MOOCJordi Adell nos informó  de la publicación en Elsevier, en la revista de pago  Computers & Education , el artículo “Instructional quality of Massive Open Online Courses (MOOCs)”  de Anoush Margaryan , Manuela Bianco y Allison Littlejohn. El informe aborda la calidad de los MOOC en relación con el diseño instruccional. La investigación, que describe el artículo, ha consistido en aplicar un instrumento que las autoras han confeccionado  a 76 MOOC, elegidos mediante un muestreo aleatorio en distintas plataformas.


Las conclusiones las resumen en el siguiente párrafo: 
… the majority of MOOCs scored poorly on most instructional design principles. However, most MOOCs scored highly on organisation and presentation of course material. The results indicate that although most MOOCs are well-packaged, their instructional design quality is low”.
“... La mayoría de los MOOCs obtuvo mala puntuación en casi todos los apartados correspondientes  a principios de diseño instruccional. Sin embargo, la mayoría de los MOOCs alcanzan puntuaciones importantes en los apartados correspondientes a la organización y a la presentación de materiales del curso. Los resultados indican que, aunque la mayoría de los MOOCs tienen buena envoltura, la  calidad de su diseño instruccional es baja”
El instrumento de evaluación que han utilizado se ha construido tomando como referencia los “Primeros principios de la instrucción” de M. David Merrill.
Resulta de esta manera difícilmente comprensible el entusiasmo que sienten por los MOOC algunos pedagogos, cuando, como evidencia esta investigación, estos cursos incumplen los principios más elementales del diseño instruccional que como es sabido se basa en cómo organizar la enseñanza para que el aprendizaje sea más eficiente.

Enlaces sobre MOOC:


Referencias.-

Cooperman, L. (2014). From elite to mass to universal higher education: from distance to open education. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 17(1), 111-130. doi: http:// dx.doi.org/10.5944/ried.17.1.11576

García Aretio, L. (2014). MOOC: ¿tsunami, revolución o moda pasajera? RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 18(1), 9-21. doi: http://dx.doi. org/10.5944/ried.18.1.13812  

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